En Galicia las mariposas son bolboretas.
Una de las palabras más bonitas que tenemos en nuestro idioma para designar a un precioso ser.
La primera mariposa del año es para mí señal del cambio, de la llegada del sol, el calor, la luz... Y además, no se por qué, tiene un maravilloso efecto sobre mi estado de ánimo: nada más verla sonrío y me inunda una sensación de felicidad y calma. Se convierte en uno de esos momentos en los que todo tiene sentido, no puedes dejar de mirarla y no te importa nada más: simplemente te sientes feliz.
Creo que las bolboretas son espíritus de primavera, seres mágicos que con su revoloteo te hechizan y regalan unos instantes de felicidad absoluta, donde nada más importa que ser, simplemente ser.
Ya no recuerdo desde cuando siento esta especial admiración por las mariposas en todas sus expresiones: al natural; dibujadas; en la ropa; en collares...
No lo puedo evitar.
Quizás sea cierto que son espíritus, y un buen día que ya no recuerdo, me atraparon para siempre con su magia.
Seguiré esperando a la primera bolboreta...
Biquiños galegos
♥♥♥